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EL REINO DE DIOS

EL REINO DE DIOS

¿QUÉ PREDICABA JESÚS DE NAZARET?

Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba el Evangelio de Dios, diciendo: «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Convertíos y creed esta Buena Noticia».

  1. ¿Qué anunció Jesús cuando detuvieron a Juan el Bautista?
  2. ¿Cuál es la Buena Noticia que anuncia Jesús?

¿QUÉ ES EL REINO DE DIOS?

A veces, para entender bien un concepto, es conveniente empezar por describir lo que no es. Por ello vamos a leer el siguiente texto. Vuestro trabajo consistirá en colocarle imágenes a cada una de las creaciones del hombre. Lo podéis hacer en power point o en Word.

MITO DE LA DESCREACIÓN DEL MUNDO

Al principio creó Dios el cielo y la tierra. Ambos eran en promesa la armonía inestable de lo Uno y lo distinto, el abrazo insólito de lo no divino y lo divino. Y el Espíritu de Dios se reflejaba en esa armonía.

Y dijo el hombre: “Tálense los árboles de la tierra para que den espacio a las centrales nucleares, ardan los bosques en beneficio de las inmobiliarias, y florezca el petróleo sobre los mares y la contaminación de las fábricas sobre los aires de las ciudades.”  

Y las fábricas brotaron humo y los suelos cemento. Y los bloques taparon la vista de los mares. Y el hombre llamó a sus cementerios «civilización», y a los árboles los llamó «atraso».

Y vio Dios lo que el hombre había hecho, y era malo.

Y dijo el hombre: “Produzca la tierra sólo para mí y para los míos; trabajen los demás al mínimo precio para mí y para los míos, y sirvan las riquezas de todos los pueblos para mis propios caprichos y no para las necesidades primarias de los demás.”

Y las máquinas arrojaron al fondo del mar toneladas de alimentos para que no bajaran los beneficios de los exportadores. Y los vientres de los niños se hincharon por el hambre, y los sociólogos contaron cincuenta millones de muertos de hambre en un año. Y el hombre llamó a su obra «libertad de empresa», y a sus propias riquezas robadas las llamó «regalo del cielo».

Y vio Dios lo que el hombre había hecho, y era malo. Y atardeció y amaneció, y los hombres seguían muriendo de hambre.

Y dijo el hombre: “Sepárense los negros de los blancos y no turben su placidez. Y no se acerquen a ellos más que para servirles, y no tengan derechos porque manchan a la raza humana. Y sepárense las naciones de las naciones, porque unas son más grandes que las otras.”

Y la tierra se pobló de ghettos aislados y de países pobres, con alambradas y con fronteras. Y a su propio racismo el hombre lo llamó «pureza»; y a su desprecio de los demás lo llamó «patriotismo».

Y vio Dios lo que el hombre había hecho, y era malo.

Y dijo el hombre: “Carezcan de derechos todos, porque sólo saben emplearlos para el libertinaje o para la injusticia. Y entreguen su libertad al jefe para que decida por ellos, o al partido para que les sirva de conciencia. Y llamó al hombre «vanguardia» al partido, y al caudillo le llamó «mesías».

Y callaron las bocas, y se vaciaron las calles, y se llenaron las cárceles, y desaparecieron los familiares, y brotó en la ciudad la misma paz de los cementerios. Y atardeció y amaneció, y la libertad siguió ausente.

Y vio Dios lo que el hombre había hecho, y era malo.

Y dijo el hombre: “Sea la hembra a imagen y semejanza de mis caprichos, y funcione según mis deseos, y sométala su debilidad a todos mis antojos”. Y el varón dispuso de la mujer, y la convirtió en un objeto, y la obligó a darle gracias cuando la utilizaba.

Y vio Dios lo que el hombre había hecho, y era malo.

Y dijo el hombre: “Puéblese la tierra de armas nucleares que puedan aniquilarla cientos de veces. Y apunten a todos los rincones del planeta, y multiplíquense los arsenales aunque sean ya superfluos, y tenga yo en mis dedos la muerte del universo mundo.”

Y brotaron misiles en toda la faz del orbe, y el terror paralizó la tierra. Y atardeció y amaneció: día sexto.

Y vio Dios lo que el hombre había hecho, y era malo.

Y dijo el hombre: “Hagamos el terrorismo a imagen y semejanza nuestra, y que dicte cada cual su propia justicia, y sea cada cual el ejecutor de sus propios juicios de condena.”

Y cargó el hombre sus metralletas, y robó explosivos y dispuso de la vida de los que tenía a su alcance. Y dispuso el hombre de la vida de sus propios compañeros cuando éstos disentían de él, y dispusieron otros en venganza de la vida de quienes -según ellos- habían empezado primero… Y los unos llamaron a su propia justicia «pena de muerte», y los otros la llamaron «justicia del pueblo». Y la faz de la tierra se pobló de sangre.

Y vio Dios todo lo que el hombre había hecho, y era muy malo.

GONZÁLEZ FAUS, J.I.: Parábolas, cartas y ensueños del rabino Ben Shalom. Ed.Sal Terrae 1987

 

 

Después de leer el texto, di qué NO es el Reino de Dios e intenta definir lo que es.

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